Realizar una adecuada y frecuente alineación y balanceo de las llantas le ofrecerá estabilidad, amarre y seguridad a tu carro, por eso, es importante saber cómo se compone este servicio y el porqué debes tenerlo tan presente.

La alineación es un proceso que tiene la finalidad de ajustar las relaciones entre los componentes de la suspensión, dirección y ruedas del vehículo.

En cuanto al balanceo, es común escuchar que cuando se detectan vibraciones en el carro al manejar, es porque el vehículo necesita este procedimiento. Pero no es solo por la comodidad al evitar las vibraciones, también, el balanceo permite una mayor duración y mejores condiciones para tu llanta y en general tu auto.

El balanceo, en detalle, es un procedimiento por medio del cual se ajustan los pesos de una llanta y su rin para mantener un equilibrio correcto entre ambos. Con pocas palabras, es el servicio en el que se distribuyen uniformemente el peso entre las llantas y los rines. Cuando no se realiza el balanceo, se corre el peligro de perder muchos kilómetros de vida útil.

Existen dos tipos de balanceo: el estático y el dinámico. En el primero, se colocan pequeños pesos en el rin para conseguir dicha estabilidad; y en el segundo, por el contrario, se toma en cuenta el peso de la llanta para realizar el ajuste correspondiente. Sabrás cuándo hay que balancear tus llantas cuando el volante de tu auto empiece a vibrar o este último genere ruidos al circular a ciertas velocidades.

La alineación y el balanceo son dos servicios muy importantes para mantener en óptimas condiciones tus llantas, extender su vida útil y lo más importante, garantizar la seguridad de los ocupantes del carro.